sábado, 5 de marzo de 2011

Recuerdos de un día sin combi...

Martes 30/06/2009:
La gran Lima amaneció sin una sola combi masajeando sus pistas; que bueno dirán algunos, maravilloso dirán otros, menos contaminación, nos alejamos de los malcriados cobradores y del peligro inminente que significa una combi asesina (dícese de las unidades móviles en que nos trasladamos en el Perú).
Todo esto a consecuencia de un plantón de transportistas contra alguna ley que los afectaba, que puedo decir es su forma de protesta, espero que con esto logren sus objetivos. Particularmente me tocó trasladarme en un camión de cerveza que hacia de microbus, subirme de un salto y durante todo el trayecto alucinarme una Brahma bien al polo (xD), todo el servicio por el módico precio de 2 soles, es decir recorrer todo el trayecto como en hora y media porque nuestro señor chofer se detenía en cada esquina a recolectar más cerveza, quiero decir pasajeros (Upss). Al final del día luego de la universidad y después de salir del trabajo, casi a media noche, pude conseguir movilidad con mayor facilidad, como que los huelguistas se cansaron de bloquear las pistas y decidieron trabajar. Todo esto me recordó a la época de los "Tranvías de sangre" en Lima, donde eran el único medio de transporte allá por el S. XIX.
Mucho antes del transporte público de hoy, los limeños utilizaron otros mecanismos para trasladarse de un sitio a otro. Según cuenta la historia, hacia la segunda mitad del siglo XIX, la capital de la republica ya contaba con un sistema de transporte público masivo, nada menos que el primer ferrocarril construido en Sudamérica en 1851, conocido como el ferrocarril inglés. No obstante pronto se haría necesario dotar a la ciudad de otro medio de transporte para satisfacer los requerimientos de la población. La primera propuesta para darle a Lima un sistema de tranvías de tracción animal se presento en octubre de 1862 (de parte de Manuel Magán) pero no tuvo mucho eco. Catorce años después se aprobó la propuesta de Mariano Antonio Borda para el anhelado Tranvía de Sangre (llamado así porque usaba la tracción animal para operar). Así se dio inicio a la compañía del Tranvía de Lima popularmente conocida como Transway e inmediatamente se inicio la construcción del tranvía urbano. El 4 de marzo de 1878 se realizó la inauguración oficial a cargo del entonces presidente Mariano Ignacio Prado. Aquel día los coches partieron a las 4 P.m. de la calle de la Pescadería e iniciaron un recorrido de ida y vuelta hasta el palacio de la exposición. En los días siguientes, la compañía ferroviaria otorgo viajes gratuitos al público para que perdiera el miedo al novedoso medio de transporte. Con el lamentable hecho histórico de la guerra del pacífico muchos de los carros fueron dañados gravemente, algunos de los cuales fueron irreparables, aun así el servicio no se detuvo. A comienzos del nuevo siglo se multiplico rápidamente el número de usuarios como de carros. Estos últimos sumaban 45 para enero de 1900 y 67 en diciembre de ese mismo año. También se los enumeró para un mejor control y orden, excepto 3 de ellos que llevaban por nombres: Lima, Callao y Colón. A la par, se contaba con 339 caballos para el servicio. Posteriormente los animales serían reemplazados por energía eléctrica, eso le quitaría un poco el romanticismo a la vieja ciudad colonial de Lima, pero a la vez abriría el camino al progreso. Hasta otro momento...

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